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Auditorios, cines y teatros

Cine, teatro, conciertos, danza y otras expresiones artísticas similares son espectáculos con un gran número de usuarios. Sin embargo muchas personas con discapacidad no pueden acceder a su disfrute debido a la presencia de barreras arquitectónicas.

Las personas con discapacidad visual y auditiva, tienen el inconveniente de no poder disfrutar de los contenidos que se presentan, al no existir medios alternativos para transmitirlos.

La resolución de este último problema queda fuera del alcance de la labor del arquitecto, ya que compete a los organizadores de este tipo de eventos y a los gestores de las salas y auditorios, quienes deberían proveer sistemas de subtitulado y de audiodescripción, pero la eliminación de las barreras físicas si es responsabilidad del proyectista.

La accesibilidad ha de llegar a todas las instalaciones públicas del recinto: ambigú, restaurantes, tiendas,…

Accesos y aparcamientos

En los alrededores del auditorio deberán existir plazas de aparcamiento reservadas a los usuarios con discapacidad, con las características que señalamos en el apartado dedicado a plazas de aparcamiento accesibles:

  • Tendrán un amaño adecuado, teniendo en cuenta el tipo de vehículos (normalmente furgonetas o monovolúmenes) y la utilización de rampas y elevadores. Ver el apartado dedicado a aparcamientos accesibles.
  • Se situarán cerca de los accesos a los locales o a los itinerarios accesibles.
  • Estarán debidamente señalizadas.

Los recorridos desde estas plazas de aparcamiento hasta el recinto deberán ser accesibles. El acceso al edificio se realizará sin desniveles; en el caso de que existan se resolverán mediante una rampa accesible. Si no queda otra opción se recurrirá a habilitar otra entrada distinta para las personas con discapacidad, por ejemplo a través de una puerta de emergencia.

Mobiliario y equipamiento

En el aforo se reservarán zonas para los usuarios de silla de ruedas. Es bastante común colocar estas plazas reservadas todas juntas y en las primeras filas, segregando a estos usuarios, creando una especie de ghetto, y olvidándose de que con frecuencia estas personas acuden a estos eventos acompañadas. Lo ideal es dispersar estos huecos, colocándolos en distintas zonas a las que se pueda llegar sin obstáculos, cerca de las salidas y de itinerarios accesibles.

El área de ocupación de una silla de ruedas cuando el acceso es frontal es aproximadamente de 80cm de ancho y 120cm de espacio libre en profundidad. Si el acceso es lateral, será necesaria una mayor profundidad, no menos de 150cm.

El uso de sillas que no sean fijas permite la posibilidad de que sean desplazadas o eliminadas para poder acomodar a las personas usuarias de ayudas técnicas. Las butacas fijas son menos flexibles.

Las butacas deberían estar dotadas de reposabrazos abatibles; el espacio entre filas será como mínimo de 50cm para permitir un cómodo acceso a personas de talla alta, corpulentas, o con problemas de movilidad.

Habrá que comprobar que la persona en silla de ruedas no se convierte en un obstáculo visual para el resto de los espectadores, y que tampoco interrumpe  o entorpece una posible evacuación de la sala.

El acceso a la tarima o escenario también será accesible, mediante rampas o sistemas de elevación adecuados. Tenemos siempre la opción de alquilar una rampa portátil.

Si se proyectan audiovisuales, hay que comprobar que resultan legibles desde cualquier punto de la sala. Si es necesario se reubicarán asientos y se aumentará el tamaño de la letra en las presentaciones.

Se reservarán zonas específicas para personas con discapacidades auditivas o visuales. En la medida de lo posible estarán situadas lo más cerca posible el escenario o estrado, y próximos a los accesos, pero siempre en condiciones análogas al resto de los asistentes.

Las personas con discapacidad han de tener posibilidades de elección similares a las que tienen el resto de los usuarios: palcos, tribunas, distintas filas,…

El auditorio o sala de proyecciones contará con un sistema de bucle magnético, para permitir una audición óptima a los usuarios de audífono o implante coclear. Este sistema se instalará de manera que no reciba interferencias de otros equipos del recinto. Si es posible se contará con los servicios de un intérprete de lenguaje de signos. El intérprete estará bien iluminado, y dispondrá de un micrófono para poder traducir las participaciones de las personas con discapacidad.

Señalización. Sistemas de evacuación y emergencia.

Se indicarán las distintas salidas, los aseos y las circulaciones a las distintas salas del recinto. Es recomendable utilizar un alumbrado permanente de emergencia en los techos y una iluminación en el suelo con leds o pilotos que puedan servir de guía, sobre todo en los pasillos de las salas de cine, en las que existe poca luz durante la proyección.

Las personas con discapacidad serán evacuadas en primer lugar o en último, nunca en el medio, ya que sólo conseguiríamos entorpecer la evacuación.

Los sistemas de aviso y alarma serán visuales y sonoros.

 

Más contenidos:

• ANEXO: Bucle magnético
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