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Hoteles accesibles

Una parte muy importante para poder conseguir un ocio accesible a todos los usuarios es garantizar la accesibilidad de los establecimientos hoteleros. En estas instalaciones no sólo sirven para alojar a quienes viajan por motivos de turismo o trabajo; en ellos se desarrollan eventos de empresa, congresos y muchos de ellos ofrecen otra serie de servicios (restauración, spa,…), por lo que garantizar la accesibilidad de las instalaciones supone la posibilidad de abrirse a un mayor número de clientes.

Zonas comunes

Accesos y aparcamiento

Deben existir medios de transporte adaptados que lleven hasta el hotel. Los itinerarios desde las paradas hasta el acceso al hotel deben ser también accesibles (consultar el apartado dedicado a itinerarios urbanos).

La señalización es muy importante: conviene colocar carteles e indicadores  en los cruces de calles y en las paradas de transportes públicos próximas. Esta señalización ha de tener siempre el mismo diseño para no confundir.

La zona de desembarque de vehículos frente al acceso al hotel debe ser accesible, sin desniveles ni escalones, y suficientemente larga para permitir que pueda aparcar un vehículo monovolúmen equipado con rampa.

En el aparcamiento se reservarán plazas para los usuarios con discapacidad. Estas plazas tendrán las dimensiones suficientes para permitir el acceso y el descenso al vehículo mediante rampas o elevadores. Hay que prever que este dispositivo puede estar colocado tanto en un lateral como en la parte trasera del vehículo. También debemos tener en consideración que los vehículos adaptados suelen ser monovolúmenes o furgonetas, de mayor tamaño que un vehículo convencional.

En los aparcamientos situados en el interior del hotel, las plazas reservadas estarán claramente señalizadas, y se ubicarán cerca de los ascensores. Habrá que comprobar la accesibilidad del itinerario  desde la plaza de aparcamiento hasta ellos.

Entrada

El ancho del hueco de entrada no será inferior a 85cm. Las puertas giratorias no cumplen esta condición salvo que sean especialmente diseñadas para el paso de sillas de ruedas. El ancho mínimo recomendable es de 1m, el cual permite el paso de las personas usuarias de silla de ruedas, perro guía y otras ayudas técnicas.

Se recomiendan las puertas correderas de apertura automática; estas puertas estarán dotadas de un sistema automático de apertura al detectarse un atrapamiento.

En el caso en el que la apertura de las puertas no sea automática, ha de preverse espacio en los laterales para permitir que el usuario pueda realizar la maniobra de apertura de la puerta. La puerta ha de poder abrirse y cerrarse con una sola mano, con mecanismos del tipo palanca o de presión.

Los sistemas de retención de puerta y los brazos de cierre automático pueden suponer una barrera para personas con poca fuerza o que caminan despacio. En la medida de lo posible se recurrirá a puertas automáticas, o se regulará el brazo para que la apertura y el cierre sean suaves.

En cuanto a los herrajes, se evitarán las manillas tipo “pomo” o aquellas que requieran el giro de la muñeca para su accionamiento. El picaporte o tirador contrastará en color con la hoja de la puerta para su fácil localización.

A ambos lados de las puertas habrá un espacio libre en le que no interfiera el barrido de la puerta en el que se pueda inscribir un círculo de 150cm de diámetro.

Las puertas de vidrio llevarán una franja claramente visible y contrastada, de mínimo 5cm de ancho a una altura de 150cm desde el suelo. Sería recomendable otra franja a una altura más baja para que pueda ser detectada por los niños más pequeños.

Los felpudos de las entradas deben estar insertados en el pavimento, sin sobresalir. Las alfombras deben estar perfectamente fijadas, sobre todo en sus bordes para evitar tropiezos, y habrá que vigilar que estén bien extendidas, sin arrugas ni elevaciones.

Vestíbulo

Si el acceso al mostrador es frontal, su diseño debe dejar un hueco para las piernas de al menos 72cm de altura, 90cm de ancho, 60cm de profundidad a la altura de las rodillas y 75cm libres a nivel de los pies. Si el acceso es lateral, ha de dejarse una anchura de paso mínima de 90cm. Es muy habitual el diseño de recepciones con dos alturas de mostrador, una adaptada a usuarios sentados (80cm) y otra para recibir a la gente de pié (110cm).

En aquellos mostradores en los que es probable que se junten varias personas a la vez, se reservará una zona paralela al mostrador de 150cm de profundidad para la espera, que no interfiera con los espacios de circulación.

Se debe contar con una zona en la que depositar el equipaje mientras se espera en el vestíbulo. Esta zona no debe interferir con los itinerarios accesibles para evitar que las maletas puedan convertirse en obstáculos.

Los estantes y expositores con folletos y otras informaciones han de estar a una altura accesible, entre 80 y 100cm y estarán situados de manera que ellos y su zona de aproximación no interfieran en las circulaciones.

En la medida de lo posible, en todas las zonas de atención al público se instalará un sistema de bucle magnético. Este sistema, económico y fácil de instalar, permite a los usuarios de audífonos e implantes cocleares percibir el sonido de una manera más clara, al recibir el sonido directamente en su audífono, eliminando ruidos e interferencias.

Aseos comunes

Estarán situados en la planta baja, y se podrá llegar a ellos desde todas los puntos de interés situados en ese nivel: vestíbulo, ascensores, comedor, salón social,… en los pasillos existirán indicadores que sirvan para localizarlos.

Estos aseos estarán convenientemente señalizados en el exterior con el símbolo internacional de accesibilidad.

La puerta tendrá un ancho libre de paso de por lo menos 85cm. Los herrajes serán de tipo palanca (nunca pomos) y a ambos lados de la puerta existirá una zona libre de obstáculos de 120cm de diámetro por lo menos hasta una altura de unos 70cm para permitir el giro y la maniobra de los usuarios de silla de ruedas y otras ayudas técnicas.

Las puertas de las cabinas interiores cumplirán estas mismas recomendaciones. Estas puertas pueden no llegar hasta el suelo, dejando un hueco que sirva para detectar si la cabina está ocupada. Si este hueco es de altura igual o mayor de 30cm, servirá asimismo para que los usuarios de silla de ruedas tengan mejor maniobrabilidad, ya que sus pies podrán pasar por debajo de la puerta al girar o desplazarse.

A la hora de diseñar el aseo se tendrá en cuenta la maniobra de transferencia desde una silla de ruedas al inodoro, procurando que esta maniobra sea siempre lateral (frontal es mucho más incómoda) dejando suficiente espacio (90x90cm) a un lado del inodoro (preferible que sea a los dos lados).

El inodoro contará con barras de apoyo a los lados; la barra situada en el lado por el que se realizará la transferencia será abatible. Si la transferencia puede hacerse desde cualquiera de los dos lados, ambas barras tendrán que serlo. Se colocarán aproximadamente a unos 35cm del eje del inodoro, y a una altura de unos 70-75cm desde el suelo.

Es recomendable situar, al lado del inodoro, algún sistema de aviso o alarma que pueda ser accionado fácilmente por el usuario. Dentro de las soluciones domóticas disponemos de sensores de caída, que detectan si el usuario ha sufrido algún percance y ha caído al suelo.

En el caso de los urinarios suspendidos, al menos uno de ellos estará a una altura inferior para que pueda ser usado por niños y personas de talla baja. Uno de los urinarios contará con una barra anclada a la pared.

En los aseos públicos divididos en cabinas, es preferible que la cabina accesible disponga de un lavabo en su interior.

Circulaciones interiores

El ancho mínimo de los pasillos vendrá probablemente marcado por el cumplimiento de la normativa de incendios, y normalmente será suficiente para garantizar la accesibilidad.
Recordemos que el ancho mínimo recomendable es de 120cm, y de 180cm en pasillos que sean vías de evacuación. Se debe evitar la presencia de obstáculos; si no es posible se debe recurrir a empotrar esos elementos en los muros.

Cada 7m aproximadamente se debe contar con zonas en las que se pueda inscribir un círculo de 150cm de diámetro libre de obstáculos, para permitir el giro y la maniobra de una silla de ruedas. Estas zonas pueden hacerse coincidir con las entradas de las habitaciones, para facilitar la entrada y la salida.

En pasillos largos se dispondrán barandillas a una altura entre 95-105cm. El color de la barandilla contrastará con el del paramento en el que está fijada.

La señalización será clara y abundante, indicando siempre la dirección de la salida y la localización de las habitaciones. Los letreros han de estar bien iluminados y con caracteres grandes y contrastados con el fondo, en relieve o acompañados de una anotación en Braille.

Ascensores

Cumplirán con los requisitos y recomendaciones vistos en apartados anteriores dedicados a este tema.

Instalaciones de alarma

Las habitaciones dedicadas a personas con discapacidad, deberán contar con sistemas de aviso visuales y auditivos, para tener en cuenta las necesidades de los usuarios con discapacidad auditiva o visual.

Las indicaciones sobre evacuación deberían estar disponibles en varios formatos y a través de varios canales, no sólo mediante un plano en la puerta de la habitación.

Señalética

Cumplirán con los requisitos y recomendaciones vistos en apartados anteriores dedicados a este tema.

Los carteles y avisos se colocarán a una altura entre 80 y 100cm para que puedan ser vistos por todos los usuarios. A la hora de colocarlos hemos de pensar en la diversidad de tallas de los usuarios y en el punto de vista de quienes van en silla de ruedas.

Los caracteres han de tener una altura adecuada según la distancia a la que se leen y ha de haber suficiente contraste entre el texto y el fondo. Se evitarán combinaciones de colores que puedan provocar confusión en personas con algún tipo de deficiencia visual (ver las indicaciones sobre ceguera al color). Hay que cuidar la iluminación de estos carteles, para evitar reflejos o sombras.

Es aconsejable que los carteles tengan un acabado mate y no están colocados detrás de un cristal o vitrina, para evitar reflejos y deslumbramientos.

 

Más contenidos:

• ANEXO: Bucle magnético
• ANEXO: Domótica
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