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Itinerarios y pavimentos
Consideramos itinerarios horizontales a todas las áreas destinadas a la circulación y a la comunicación de los distintos espacios, por los que la persona circula sin cambiar de nivel.
En las zonas de circulación horizontales, los lugares de paso tendrán anchura suficiente para permitir circular con autonomía a los usuarios de silla de ruedas o a quienes llevan un carrito con un bebé.
El ancho libre mínimo ha de ser de 180cm, permitiéndose en situaciones puntuales un ancho libre de 150cm. Si se trata de un itinerario mixto, el ancho mínimo ha de ser de 300cm. Hemos de tener en cuenta la presencia de elementos de mobiliario o equipamiento urbano que puedan reducir este ancho.
En áreas no desarrolladas a través de instrumentos de planeamiento (como por ejemplo zonas urbanas ya consolidadas) el ancho no podrá ser inferior a 90cm.
Hay que comprobar también la altura libre, la cual no puede ser inferior a 210cm.
En aquellos sitios en los que se produzcan cruces, giros o cambios de sentido, hemos de comprobar que se pueda trazar un círculo de 150cm de diámetro y que esté libre de obstáculos.
En el caso en el que el itinerario sea inaccesible, deberá señalizarse un itinerario alternativo, procurando que no sea excesivamente más largo que el original.
Pavimentos
Los pavimentos serán de superficies duras, antideslizantes y continuas, sin juntas ni aberturas que dificulten el paso de personas con bastones, muletas o sillas de ruedas. El relieve de los suelos no debe ser mayor de 2,5mm, ya que dificulta el rodamiento de las sillas de ruedas y el uso de otras ayudas técnicas como muletas o bastones.
Los firmes de tierra, piedras sueltas o grava dificultan la movilidad. La presencia de arenilla o polvo hace que el suelo sea resbaladizo. Los pavimentos demasiado pulimentados o esmaltados pueden provocar reflejos que dificultan la visión.
Los pavimentos tipo adoquín son especialmente molestos, y resultan intransitables para muchos usuarios.
En el caso de pavimentos de tablas de madera, la junta entre las tablas ha de ser inferior a 1,5cm, y siempre se colocarán las juntas en el sentido perpendicular al de la marcha, para evitar que los bastones, muletas o las ruedas de las sillas o los cochecitos se introduzcan en el hueco.
Los registros, alcorques y otras rejillas deberán estar enrasados con el pavimento. Habrá que tener especial cuidado en tener limpias de hojas estas zonas, ya que aumentan el riesgo de resbalones.
Los pavimentos han de estar bien fijados al elemento de soporte, sin que falten piezas o estén sueltas.
Texturas del pavimento
Las texturas se utilizan no sólo para decorar, sino para orientar a los usuarios sobre todo aquellos con discapacidad visual, para que sepan reconocer en donde se encuentran.
En un entorno urbano accesible tendremos que definir un mínimo de cuatro tipos de texturas distintas:
- textura del pavimento de la acera
- textura de las franjas-guía
- textura del pavimento de los vados y los pasos de peatones
- textura del pavimento de la calzada
Existen distintos tipos de pavimentos para realizar esta diferenciación de texturas y señalizar obstáculos e itinerarios. Podríamos clasificarlos en pavimentos táctiles, sonoros y de color.
Los pavimentos táctiles proporcionan información sobre obstáculos y sirven como guía. Sus características vienen expresadas en la norma UNE 127029 “Baldosas táctiles prefabricadas de hormigón, estructuras rugosas formadas por resaltes a base de tetones en bandas perpendiculares al sentido de la circulación”.
También se utilizan pavimentos con acanaladuras, marcando desniveles y cambios de dirección. Existen pavimentos sonoros, que son detectables por el sonido del bastón. Los pavimentos de color se usan para señalar obstáculos o peligros: desniveles, pasos de peatones,… para que resulten útiles hay que comprobar que el contraste sea el adecuado, y que sólo se utilice ese color para esa función señalizadora, y no con otros usos.
El uso de este tipo de pavimentos resulta de gran ayuda, sobre todo a usuarios con discapacidad visual, siempre que se usen en su justa medida: un exceso de texturas, o una mala colocación produce confusión, y pueden provocar que una persona con discapacidad visual tome una decisión inadecuada. No se debe recurrir a estos pavimentos especiales por motivos estéticos, ni utilizarlos para otra función que no sea la de señalización o guía.
Pendientes y desniveles
En itinerarios peatonales, la pendiente máxima admitida es del 10% en sentido longitudinal, admitiéndose excepcionalmente un 12% siempre que la longitud no sea mayor de 150cm. En tramos largos (mayores de 10m) se recomienda no superar el 6-8% de pendiente.
La pendiente transversal máxima en itinerarios peatonales es de un 2%.
En las zonas en las que pueda acumularse agua de lluvia o riego, se preverá una pendiente inferior al 2% en el sentido longitudinal, y entre el 1 y el 2% en el transversal.
Los desniveles entre acera y calzada, se salvarán mediante vados o rebajes con pendiente inferior al 8%, sin que tengan resaltes en los bordes inferiores. Como excepción y siempre que no exista otra solución, se podrá admitir desniveles de hasta 2cm de altura, pero siempre achaflanando sus bordes y señalizándolo con otro color y textura diferentes a los del pavimento.
Los bordillos tendrán una altura igual o menor a 12cm, con los cantos redondeados o achaflanados.
Los vados y desniveles deberán estar señalizados mediante bandas de pavimento con textura y color diferenciados, para que puedan ser detectados por personas con problemas de baja visión.
En el caso de los pasos de peatones con isletas intermedias, dicha isleta tendrá una anchura mínima de 180cm. Debe estar nivelado con la calzada, pero se recomienda que tenga una textura diferenciada.
Los semáforos han de estar reglados a una velocidad adecuada (unos 0,7 m/segundo) y dispondrán de indicador acústico.
En aquellos tramos que estén elevados lateralmente más de 20cm se colocarán barandillas con una altura mínima de 95cm, y asimismo se colocará un bordillo lateral de seguridad que se levante unos 10cm sobre la cota del pavimento, para evitar que puedan salirse los bastones o las sillas de ruedas, y que sirva de referencia a las personas con discapacidad visual.
Escaleras exteriores
Habrá situaciones en las que se deba recurrir a escaleras para salvar desniveles; si es posible se complementarán con plataformas elevadoras, ascensores o rutas alternativas que sí sean accesibles.
El ancho mínimo de la escalera será de 120cm. El largo y el ancho de las mesetas no serán inferiores al ancho de la escalera. Las puertas que abran hacia la meseta no invadirán el espacio mínimo de circulación.
La dimensión máxima de la tabica será de 17cm. La huella y la tabica cumplirán con la siguiente relación: 62<2T + H < 64 (T y H en cm). El peldaño tendrá un diseño continuo, sin bocel, y tendrá tabica. No se debe salvar, en un único tramo, diferencias de cota de más de 2 metros, ni más de doce escalones.
En el recorrido de la escalera habrá una altura libre de obstáculos de 220cm como mínimo, en la que no interfieran los equipos de iluminación, megafonía o alumbrado de emergencia.
A ambos lados de la escalera o rampa se instalarán barandillas; si el ancho del tramo es superior a 5m se instalará además un pasamano intermedio.
La altura de colocación en los tramos de escalera estará comprendida entre los 80-85cm, y en la zona del rellano será de 90-95cm, medida siempre desde el borde del. En los extremos se prolongarán 45-50cm para permitir que los usuarios puedan apoyarse en los últimos tramos.
Se recomienda un segundo pasamanos a una altura de unos 70cm para que pueda ser usado por usuarios en silla de ruedas, personas de talla baja y niños.
El diseño del pasamano será ergonómico, preferentemente circular con un diámetro de 4-5cm. El sistema de sujeción no impedirá que pueda recorrerse con la mano sin interrupciones. El pasamano estará separado unos 4-5cm del paramento. En su fabricación se evitarán materiales demasiado deslizantes o excesivamente rugosos, así como aquellos que puedan calentarse excesivamente bajo alguna fuente de calor (como la iluminación solar directa).
La superficie de la escalera será antideslizante, y no habrá discontinuidades entre la huella y la contrahuella.
El inicio y el final del tramo de escaleras estarán señalizados mediante un cambio en la textura y el color del pavimento. Esta banda tendrá el ancho de la escalera y una profundidad mínima de 30cm. Los escalones deben llevar en todo su ancho una banda antideslizante en la huella, de unos 5cm de ancho y situada a 2 ó 3 cm del borde. Esta banda deberá estar empotrada en el escalón, sin sobresalir.
El pasamanos es una buena ubicación para colocar información en Braille indicando direcciones o el nombre de las estancias. Esta información se colocará en la parte interior de la barandilla, en la zona que tocan las yemas de los dedos.
Los espacios existentes bajo las escaleras con una altura libre inferior a 210 cm deberán estar convenientemente protegidos para evitar cabezadas.
Rampas
Las rampas son soluciones alternativas accesibles y alternativas a las escaleras a la hora de salvar desniveles.
Son la solución idónea para desniveles pequeños, que conllevan rampas cortas o suaves. Las rampas largas, incluso con pendientes entre el 6-10%, resultan difíciles de recorrer de manera autónoma para muchos usuarios con discapacidad.
Para muchos otros usuarios, sobre todo de edad avanzada, la visión de una larga rampa resulta ya desalentadora, no olvidemos que para salvar una altura de 2m necesitamos una rampa de más de 20m de longitud, por lo que todos aquellos que conserven cierta movilidad preferirán utilizar las escaleras (aunque les suponga un gran esfuerzo) antes que tener que caminar todo el recorrido de la rampa.
Por estos motivos, cuando se trate de desniveles importantes y siempre que sea viable se recurrirá a ascensores o a plataformas elevadoras, más cómodos y sobre todo más rápidos que la rampa.
El ancho mínimo recomendable es de 120cm. Si se prevé una circulación intensa en ambos sentidos, entonces el ancho debe ser mínimo 180cm.
La pendiente longitudinal máxima recomendada dependerá de la longitud del tramo:
- tramos menores de 3m 10%
- tramos entre 3 y 10m 8%
- tramos mayores de 10m 6%
Como máximo cada 20m se dispondrán rellanos de longitud mínima 150cm en el sentido de la marcha. Es recomendable que los distintos tramos tengan la misma pendiente.
La rampa tendrá como protección lateral un zócalo o barra de unos 10cm de altura, para evitar que las muletas, bastones o las ruedas de sillas y carros puedan deslizarse fuera de la rampa.
El material de pavimento cumplirá las condiciones vistas para itinerarios accesibles.
El inicio y el final de cada tramo de rampa estarán señalizados con una banda de color y textura diferenciada, en todo el ancho del tramo y con una profundidad de unos 40 cm
Rampas escalonadas
Las rampas escalonadas no son una solución accesible, ya que no pueden ser utilizadas de manera autónoma por muchas personas con movilidad reducida y por ser frecuentes los accidentes en este tipo de elementos.
Rampas mecánicas
Las rampas y pasillos mecánicos son una buena solución para todos los usuarios, ya que reducen considerablemente el esfuerzo a realizar. Sus características en cuanto a pendientes y dimensiones serán parecidas a las de las rampas fijas, pudiendo aumentar las pendientes y las longitudes sin rellanos.
Habrá que controlar que la velocidad del pasamanos coincida con la de la rampa en todo momento.
Para facilitar la entrada y salida a los usuarios con movilidad reducida existen dispositivos que ralentizan la velocidad.
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