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Pensando en la Diversidad.
Necesidad de un diseño accesible

Si consultamos las estadísticas, nos encontraremos con que en España existen CASI CUATRO MILLONES DE PERSONAS (año 2008) con algún grado de discapacidad, de los cuales más de un millón y medio se consideran dependientes y necesitan de la ayuda de otros para sus actividades diarias.

A estas cifras habría que sumar las siguientes: aquellas personas con una incapacidad temporal (accidentes, enfermedad, embarazo, achaques,…) y las personas que, por la actividad que están realizando, se encuentran en una situación que les limita sus capacidades. Con todo esto la cifra de personas que necesitan de un entorno accesible para poder desarrollarse, es considerablemente grande, dejando de tener sentido el pensar en un usuario “estándar” y “capacitado”.

La creación de entornos accesibles es una necesidad que viene justificada por el derecho de todos a poder desarrollarse como ciudadanos, participando en todas las actividades que se propongan y disfrutando de nuestras ciudades y espacios públicos con el mayor grado de autonomía posible, contribuyendo así a alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades.
El otro factor que justifica la necesidad de un entorno accesible, es el hecho de que las medidas que se tomen para conseguir esta accesibilidad contribuirán a aumentar la calidad de vida de todos los usuarios: en un lugar oscuro, todos nos encontramos con las mismas barreras que una persona con deficiencia visual, en un entorno ruidoso nos encontramos con las mismas barreras que una persona con deficiencia auditiva; cuando llevamos cargas o empujamos un cochecito de un bebé tenemos las mismas restricciones que quienes tienen problemas de movilidad. Y así podríamos seguir con un gran número de ejemplos de nuestra vida diaria, en lo que podemos ver que todos, en algún momento y en distinto grado de medida, nos encontraremos en una situación de discapacidad.

El olvidarnos del usuario estándar y pensar en la diversidad nos permite prever problemas que antes no veíamos y aportar soluciones y mejoras que, de otra manera, no habríamos sido capaces de diseñar.

También resulta habitual olvidarse de todo el conjunto de discapacidades y centrarse sólo en el grupo de las personas que utilizan silla de ruedas (algo de lo que las normativas también adolecen), dejando a un lado los requisitos del resto de usuarios con discapacidad.

Beneficios del diseño accesible

Para el diseñador o arquitecto, los beneficios son de enriquecimiento personal y creativo: mejores soluciones, satisfacción personal por un trabajo bien hecho, compromiso social,…
Pero también estamos hablando de beneficios económicos: ampliación de mercado de clientes, entornos laborales más productivos, distinción frente a la competencia…

Existe, como no, un inmenso beneficio social al mejorar la calidad de vida de muchas personas sin tener que realizar gastos en ayudas técnicas ni adaptaciones, y permitir que puedan integrarse en la sociedad participando y utilizando los mismos servicios y productos que los demás.

En ningún momento estamos hablando de diseñar exclusivamente para las personas con discapacidades visuales, de movilidad o psíquicas, sino simplemente de introducir sus necesidades en nuestro proceso de diseño y reflexión, para poder conseguir, en la etapa de proyecto, un entorno utilizable por todos.

Un beneficio económico a tener muy en cuenta es el hecho de que siempre es más ventajoso tomar estas soluciones en la fase de diseño, que tener que realizar obras de mejora o adaptación cuando ya se ha construido.